viernes, 27 de diciembre de 2013

Alfred Sisley y sus paisajes

Esta entrada ha sido realizada para acercarnos un poco más a la vida y obra de Alfred Sisley,  considerado junto a Monet el pintor impresionista más puro.

Renoir,
Retrato de Alfred Sisley

(1875).
De padres ingleses, Alfred Sisley nació en 1839 en París. Hijo de un exitoso hombre de negocios, se suponía que Alfred seguiría su mismo camino, para lo que emprendió sus estudios de comercio en Londres. Sin embargo, él descubrió que su verdadera vocación era la pintura, en la que quería volcar todos sus esfuerzos. 

En 1862 entró en el estudio de Charles Gleyre, donde conoció a Renoir, Bazille y Monet, quienes juntos se formarían como artistas, y se harían grandes amigos. Cuando su maestro Gleyre dejó el estudio, ellos decidieron abandonarlo y comenzar a pintar al aire libre en la región de Fontainebleau. De esta forma, Sisley se convertió en todo un experto pintor de paisajes en los que se puede apreciar la clara influencia de Camille Corot y John Constable, y nunca dejó de utilizar los principios básicos del Impresionismo. Sus primeras obras muestran sobre todo gran influencia de la Escuela de Barbizon.

Se dice que todos sentían un cariño especial por Alfred dada su gentileza. Se casó en 1866 con Marie Lescouezec, una modelo que fue retratada en varias ocasiones por el que sería su esposo y por Renoir. En 1870 la guerra franco-prusiana fue la causa de que la familia de Alfred se arruinara, la cual le pasaba una pensión, y fue en esos años económicamente difíciles cuando determinó su modo de pintar, que consistiría en llevar a cabo paisajes desde distintos sitios y representar los efectos de la situación atmosférica en los distintos elementos, utilizando un colorido más luminoso, con lo que presentó obras de este tipo en la Primera Exposición Impresionista de 1874.

Por desgracia y a diferencia de los demás pintores impresionistas, Alfred Sisley no gozó del reconocimiento como artista del que disfrutaron los demás a lo largo de su vida. Era catalogado como un pintor mediocre sin personalidad propia, a la sombra de Monet, Pisarro o Renoir. Murió en 1899 a la edad de 59 años debido a un cáncer de garganta que ya llevaba sufriendo varios años, y un poco después de esto su nombre comenzó a ganarse un hueco en el mundo de la pintura, algo de lo que desgraciadamente él no pudo disfrutar en vida.

Alfred Sisley,
                   La nieve en Louveciennes (1878).
Entre sus obras más importantes destacan Camino cerca del pueblo (1864-66), donde todavía hace gran uso de la línea y el cielo se ve muy influenciado por Corot; Barcas en el canal san Martín (1870), en el que ya utiliza una pincelada más suelta; Riada en Port-Marly (1876), que junto a otros cuadros constituye una serie y es un gran ejemplo en la representación del agua del impresionismo más puro; La nieve en Louveciennes (1878), siendo la nieve uno de sus elementos favoritos para pintar porque podía jugar con las sombras y la luz sobre ella ; Día ventoso en Veneux (1882), que muestra un paisaje típicamente de otoño; o la serie de pinturas de la Iglesia de Moret en la década de los 90.

  
Alfred Sisley, La Iglesia de Moret  (1894).
 Deberíamos preguntarnos por qué este artista no  gozó del prestigio de sus compañeros hasta morir, ya que lo que es bueno, lo es siempre, y si ahora es valorado, también  debería haberlo sido en su época.

Podéis obtener más información en los  libros Impressionism: The history, The artists, The masterpieces de Kuvatova V.  o Alfred Sisley, de Nathalia  Brodskaya.




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