lunes, 20 de enero de 2014

Los Nenúfares de Monet



Durante su vejez Monet dedicó la mayor parte de su atención y energías en pintar jardines. Se ve claramente su fascinación y gusto por las escenas al aire libre y de jardines en la gran cantidad de obras con esta temática que produjo. Pero sin duda su predilección fueron las superficies de agua, pintando sus famosos nenúfares. En junio de 1890 confesó a sus amigos “He retomado nuevamente cosas imposibles de hacer: el agua con hierba que ondea en el fondo…es fantástica de mirar, pero es una auténtica locura quererla pintar”. Finalmente los primero bocetos que hace de nenúfares parecen sacarle de esta obsesión.


En 1902 hace una serie de cuarenta y ocho Paisajes de Agua, en los que se ven reflejados todos los ángulos y puntos de vista a  


la hora de retratar estos preciosos paisajes naturales. Los Nenúfares, una de las obras más increíbles de Monet, serán el centro de dos exposiciones realizadas en 1900 y 1909 en la galería Durand-Ruel. Estos maravillosos nenúfares son representaciones del célebre estanque de nenúfares en Giverny. En sus primeros cuadros se puede observar la representación completa del jardín, pero poco a poco el paisaje alrededor del estanque y el puente japonés del jardín van despareciendo. De esta forma, el plano del agua comienza a ocupar toda la superficie y constituirá el tema principal de investigación de Monet durante los próximos 20 años.

Monet juega con los contrastes ofrecidos por los nenúfares y el estanque, las hojas y las flores y todas aquellas superficies que absorben y reflejan la luz. De esta forma, se consigue crear la sensación de una extensión ilimitada, aportando la sensación de que el cuadro refleja una pequeña parte de la realidad. El juego de los colores es uno de los más impresionantes, al menos en mi opinión, de los cuadros de Monet. Los colores tienen una gran intensidad que sobrecoge a todo a aquel que contemple estos cuadros. Sin embargo, se cree que el gran uso del violeta que se observa en los Nenúfares se debía a una alteración visual que sufrió Monet en estos años.

Con los Nenúfares, Monet, quien había sido el principal precursor del impresionismo, deja entrever como irá evolucionando el arte hacia una corriente más abstracta. Sin duda alguna, sus Paisajes de Agua han provocado la admiración ininterrumpida de pintores, escritores y músicos. En la actualidad estas bellas obras de arte se encuentran en el Museo d’Orsay de París.



BIBLIOGRAFÍA

DISTEL, A., FRÈCHES-THORY, C., GACHE-PATIN, S., LACAMBRE, G., Obras maestras impresionistas y postimpresionistas, París, 1987

LEMAIRE, G.G., Monet, Navarra, 1998

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