sábado, 2 de noviembre de 2013

Joaquín Sorolla y su visión impresionista


Retomamos la entrada anterior sobre el Impresionismo español destacando la figura de Sorolla, al que no podemos encuadrar únicamente dentro de este movimiento, pero fue una figura destaca dentro del panorama artístico español. 

Autorretrato
Joaquín Sorolla y Batida nació el 27 de febrero de 1863 en Valencia, ciudad en la que daría sus primeros pasos artísticos en la Escuela de Artesanos, estudiando posteriormente en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos de Valencia, siendo un adolescente. Tras su participación en la Exposición Regional de Valencia en 1879, viaja a Madrid donde presenta tres marinas en la Exposición Nacional de Bellas Artes y aprovecha para copiar a Velázquez en el Museo del Prado.

Entre sus numerosos reconocimientos destaca su primera medalla de oro en la Exposición Regional de Valencia y en 1884 obtiene otra medalla en el Certamen Nacional de Bellas Artes con El Dos de Mayo, lienzo de temática histórica. Además es pensionado por la Academia Española en Roma; realiza otros viajes, a Paris junto  Pedro Gil visitando las exposiciones de Bastien Lepage y Adolf Menzel. Finalizado su periodo de formación, Joaquín y su mujer, Clotilde García, se instalan en Madrid donde se relaciona con el pintor José Jiménez Aranda y logra las más altas distinciones oficiales con obras de temática social: Aún dicen que el pescado es caro y Triste herencia.

En La Exposición Universal de París en 1900, mostró sus obras sobre el mar, las playas y la naturaleza, en las cuales mostraba su interés por la captación de la luz. Además, realizó su primera exposición individual en 1906 en La Galería Georges Petit de París con gran éxito de público y crítica. Al año siguiente repite experiencia en Berlín, Düsseldorf y Colonia; y en 1908 inaugura diversas exposiciones en las Graffton Galleries de Londres donde entabla amistad con Archer Milton Huntington que le propuso llevar su obra a Nueva York. Allí  alcanzó un acuerdo con la Hispanic Society para realizar una serie de paneles que representasen aspectos de la vida española, labor que desarrollaría entre 1912 a 1919.

En el verano de 1919, Sorolla viajó a Mallorca e Ibiza donde pintó su última visión del Mediterráneo. Poco después sufre en Madrid un ataque de hemiplejía que le apartó de los pinceles. Falleció tres años más tarde, el 10 de agosto de 1923 en Cercedilla (Madrid).

La obra de Sorolla es asombrosa, casi tres mil cuadros y más de 20.000 dibujos y apuntes. En su concepción impresionista, influido por el estudio de las obras de Velázquez y Goya, destaca por el uso de la mancha gruesa que capta la luminosidad  de la escena, así como por la representación de la figura humana (niños desnudos, mujeres con vestidos vaporosos) sobre un fondo de playa o de paisaje, donde los reflejos, las sombras, las transparencias, la intensidad de la luz y el color transforman la imagen. También destacamos sus obras de denuncia social y fiestas tradicionales de España. 

Os hemos preparado un pequeño vídeo recopilatorio de las obras expuestas en la Exposición Joaquín Sorolla, 1863-1923, celebrada en el Museo Nacional del Prado en el año 2009. ¡ Esperamos que os guste!




Bibliografía

  •  Joaquín Sorolla 1863-1923, Museo del Prado, Madrid,2009




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