domingo, 3 de noviembre de 2013

Las Pintoras Impresionistas

Nacer en su época fue lo mejor y, a la vez, lo peor que les pudo pasar a Berthe Morisot, Marie Bracquemond, Mary Cassatt y Eva Gonzalès. Por una parte, encontraron su vocación y la desarrollaron espléndidamente dentro de una corriente artística, el Impresionismo, que se estaba gestando en aquellos momentos, pero por otra fueron relegadas a un discreto segundo plano por el hecho de ser mujeres y a permanecer en la sombra de los considerados genios pintores como Monet, Degas, Renoir, etc.
Eran mujeres con un talento indudable pero que estaban limitadas a muchas menos vivencias que los hombres, ya que no podían acudir a ciertos actos públicos o simplemente ir a un bar como harían sus colegas, y luego representarlo en sus cuadros. Por eso nos vamos a encontrar con un ámbito doméstico, cotidiano, mucho más privado en las pinturas de estas damas.


Berthe Morisot, La Cuna, 1872
(Musée d'Orsay).

BERTHE MORISOT (1841 -1895)
Nació en el seno de una familia burguesa en Francia y fue la primera pintora impresionista. Sus padres le permitieron a ella y a su hermana que se formaran en el ámbito artístico. Casada con Eugène Manet, hermano del artista Édouart Manet, la relación con su cuñado hace pensar que pudieron mantener una relación más íntima, aunque no hay pruebas contundentes.
Paul Valéry dijo sobre su obra que podría considerarse como “el diario de una mujer expresado a través del color y el dibujo”, por lo bien que reflejó el mundo privado femenino.





Marie Bracquemond, En la terraza en Sèvres, 1880.
(Musée du Petit Palais).
MARIE BRACQUEMOND (1840 -1916)
En sus inicios esta francesa lo tuvo muy difícil para pintar, pero consiguió entrar al taller de Ingres y aprender con él. Al conocer a su futuro marido, Félix Bracquemond, un pintor y grabador, éste la puso en contacto con críticos y artistas del momento, aunque sería a la vez su relación matrimonial la que acabaría con su carrera artística. Félix menospreciaba el trabajo que ella llevaba a cabo, pero ella no cesó en su empeño de defender el Impresionismo. Finalmente, Marie decidió rendirse en 1890 ante la presión de su marido y no volvió a dedicarse nunca más a la pintura, sino a ser la mujer que su marido quería que fuese. Su obra ya fue de por sí muy buena, pero es el eco de lo que pudo haber sido si hubiese seguido pintando hasta el último de sus días.


MARY CASSATT (1844 -1926) 
Mary Cassatt, Desayuno en la cama, 1897.
(Huntington Library Art Collections).
Es Degas quien introdujo a esta estadounidense en este mundo en el que su forma de pintar llegará a su máxima expresión en las representaciones de niños y mujeres. Fue una ceguera parcial la que hizo que esta pintora se retirase, pero ha dejado una huella imborrable en la Historia del Arte sobre todo porque gracias a ella el Impresionismo tomó importancia en Estados Unidos. Este cuadro, Desayuno en la cama, es de una belleza innegable. 




Eva Gonzalès, Despertar de mañana,1876.
(Kunsthalle Bremen). 
EVA GONZALÈS (1849-1883) 
Nació en París y creció en un ambiente artístico. Comenzó sus clases con el pintor y grabador Chaplin, pero sería en 1869 cuando conoció a Manet en el taller de Alfred Stevens y pasó de ser su modelo a su alumna. Ella se dedicó como las otras pintoras a mostrar en sus cuadros temas cotidianos, y aparecería en numerosas ocasiones su hermana Jeanne como modelo. Contrajo matrimonio y falleció por complicaciones al dar a luz pocos días después de que Manet muriese.



Todavía hoy en día no han sido valoradas como deberían las obras de estas mujeres, por eso dejamos esta entrada, para difundir un poco más su talento para la pintura y el trabajo que realizaron. Si queréis saber más sobre el tema podéis hacerlo a través del Concise Dictionary of Women Artists o The Wrightsman Pictures, parte del apoyo bibliográfico utilizado aquí. Además os dejamos este enlace: http://www.youtube.com/watch?v=KElvL-ywJpc

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