sábado, 9 de noviembre de 2013

Renoir y la escultura

Renoir y Guino, Madame Renoir,1916.
Musée d'Orsey
En el blog ya comentamos en una entrada anterior un cuadro de Renoir, Le bal au moulin de la Galette. La obra pictórica de este maestro impresionista es mundialmente conocida, al contrario que su repertorio escultórico. Parece que Renoir ya hizo sus primeros intentos en el arte de esculpir hacia 1875, pero fue a partir de 1907 cuando realmente la escultura hizo su aparición en la obra de Renoir, debido a que se lo pidió Ambroise Vollard, marchante francés y amigo del círculo de pintores impresionistas. 

Sin embargo, por esta época  Renoir padecía una grave artritis reumática, que en 1910 le postró para siempre en una silla de ruedas. Siguió pintando, pero le tenían que atar los pinceles a las manos. “Ya ve Vd. ¡No se necesitan manos para pintar!”, decía al marchante Villard. Aunque sí para esculpir. Entonces entró en escena el joven español Richard Guino, que entre los años 1913 y 1917 fue las manos de Renoir en escultura. 
Renoir y Guino, Eau, 1916. Musée
d'Orsay.

Guino había estudiado escultura con Aristide Maillol, y al ser conocido por Vollard, éste lo llevó a Renoir para que le ayudase en los trabajos de escultura. El pintor primero hacía un boceto de la obra, y luego guiaba al joven durante su ejecución. Esta colaboración produjo hermosas obras, como el retrato de su difunta mujer. A la muerte de Renoir, Richard Guino tuvo que enfrentarse legalmente con sus herederos, que le negaban la coautoría de sus obras, finalmente reconocida por un tribunal en 1971, dos años antes de su muerte.


Fuentes:



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